Silvia Bregar
Entrevista
Soy nacida en una pequeña ciudad del interior de Argentina. Chascomús es su nombre y la traducción de la voz indígena guaraní, significa “agua salada” o “muchas lagunas saladas”. Eso es, porque hay una extensa laguna donde se ven los mejores atardeceres “del mundo” Y no exagero…
Mi trayectoria, ahora jubilada, en su mayoría se desarrolló en el campo de las artes plásticas, ejercí como profesora de las mismas. He sido una voraz lectora desde pequeña, en casa había una biblioteca nutrida donde estaba casi toda la obra de Morris West y muchos clásicos. Devoré toda la obra de Agatha Christie en mi adolescencia.
Siempre he escrito, se me ha dado bien hacerlo, pero nunca había pasado por mi mente publicar. Me expresé siempre con los pinceles, ahora los he cambiado por el Word.
Tengo escrita una colección de relatos y cuentos de temas variados, algo hay en construcción.
He participado en “Cuentos para todos en 100 palabras” dos antologías hispano-americanas de mini ficciones de suspenso, misterio y fantasía.
Estoy compartiendo espacio en dos antologías:
- El Sello del Escritor. Los mejores relatos 2022
- El Sello del Escritor San Valentín 2023
Comunidad de escritores: —¿Recuerdas cuándo tomaste la pluma por primera vez?
Silvia Bregar: —No, pero sí el primer día del primer taller de escritura. ¡Qué nervios! Siempre tuve facilidad para escribir cualquier cosa, en alguna oportunidad fue un cuento para dar una clase de plástica a niños, o algún discurso conmemorativo de alguna gesta patria… pero nunca me propuse ir más allá, amaba mis pinceles, soy profesora de plástica. Cuando decidí dejar de pintar y ante la propuesta de una amiga de asistir a un taller de escritura, me lancé a quitarme el mono creativo hilvanando palabas, creando historias.
Cuando la profesora dijo: bueno, les daré dos sustantivos y crearán una historia donde sean protagonistas. Me tocó vela y delantal.
―M*****, si me sale algo será sacarme la lotería ―qué vergüenza había seis alumnas más. Y sí salió, desde ese día nunca dejé de escribir ni de tomar clases. Aprendí la estructura del cuento, a redactar utilizando las palabras adecuadas, en fin, me impuse seguir creciendo. Sentí una felicidad plena.
C. E.: —¿Tienes algún momento del día especial para escribir?
S.B.: —Por la mañana….digamos…todo el día.
Mi fantasma sería la publicidad y el marketing, No me gusta usar mi tiempo en eso y es lamentable que las editoriales no se ocupen, aunque lo prometan.
C. E.: —¿El lugar en el que escribes tiene algo especial, luz, ambientación…?
S.B.: —Una buena silla, mucha luz natural, en silencio total, pero si alguien me requiere, eso no me distrae.
C. E.: —Stephen King dijo: “No debe haber ningún teléfono o aparato electrónico en el estudio donde te dedicas a escribir”. ¿Te liberas de todos los aparatos electrónicos para escribir?
S.B.: —NOOO, estoy pendiente de todo.
C. E.: —¿Cómo te definirías a ti mismo como autora?
S.B.: —Sigo mi instinto y lo que me hace disfrutar. Sería una contadora de historias, si algo puedo decir de mí.
C. E.: —¿Qué supone para ti la escritura? ¿Qué te aporta?
S.B.: —Es mi vida en este momento. Disfruto escribiendo
C. E.: —¿Cuánto tiempo tardas en escribir un libro?
S.B.: —De tres a cinco meses, el proceso posterior es cansino, lo que menos me gusta.
C. E.: —¿Cómo es tu horario de trabajo cuando escribes?
S.B.: —No me impongo horarios
C. E.: —Háblame del proceso creativo, ¿dónde, cuándo, cómo, si corriges mucho...?
S.B.: —Cuando me siento por la mañana, bien tempranito con el mate, me dejo llevar por la situación en que está el personaje. Él es el que decide su historia, más allá de una idea general lo dejo crecer y definirse a través de las acciones.
Escribo y corrijo, corrijo, corrijo…
C. E.: —¿Cuántos fantasmas te persiguen?
S.B.: —Mi fantasma sería la publicidad y el marketing, No me gusta usar mi tiempo en eso y es lamentable que las editoriales no se ocupen, aunque lo prometan. Por eso soy auto publicada «Si escribo no vendo» cada llave en su cerrojo.
C. E.: —¿Cuál dirías que es la peculiaridad de tu escritura más interesante?
S.B.: —Aprendí de mi profesora licenciada en historia: sitúo a los personajes en tiempo y forma, los pongo en contexto. Si es posible y la historia me lo permite, agrego un panorama histórico, social, político y cultural. A veces me tomo la licencia de agregar links con referencias, para que el lector indague sobre ellos. Si la novela es histórica, indago e investigo mucho, le dispongo el tiempo necesario, me gusta hacerlo.
A veces se me ocurren ideas, las anoto y cuando voy a comenzar con algo nuevo, las reviso y la mayoría de las veces, terminan virando hacia cualquier otro lado, porque las mezclo con otras ideas.
C. E.: —¿De dónde sacas tu información o ideas para tus libros?
S.B.: —De la vida misma, a veces un trozo de película da origen a todo un cuento. Un artículo de internet, cartas viejas. Siempre de diferentes formas. Conflicto de intereses surgió a partir de un cuento que escribí bajo una consigna y que me arrastró a pensar «esto da para más». A veces se me ocurren ideas, las anoto y cuando voy a comenzar con algo nuevo, las reviso y la mayoría de las veces, terminan virando hacia cualquier otro lado, porque las mezclo con otras ideas.
C. E.: —¿Qué es para ti la literatura?
S.B.: —El diccionario dice que es el conocimiento obtenido al leer o estudiar libros.
Para mí escribir es una forma de expresar mis ideas creativas.
C. E.: —¿Cuáles han sido tus lecturas decisivas en tu formación como escritora?
S.B.: —Es probable que tanta lectura desde tan pequeña, hayan marcado el camino que recorro ahora. Podría enumerar tantos…pero me inclino por Chase - Katzenbach - Patricia Highsmith – Joel Dicker. De joven leí todas las de Agatha Christie- Morris West- Sidney Sheldon.
En histórica: Heminway –Falcones – Dickens-Florencia Bonelli –Gabriela Exilart- M.E De Miguel – Viviana Rivero, me quedan muchos por nombrar.
De jovencita, cientos de novelitas románticas de Corín Tellado, juntaba monedas, las conseguía en el kiosco y las intercambiaba con mis amigas, como si fueran figuritas de colección.
Por el momento ninguna de las propuestas editoriales que se me han acercado cumple con lo que necesito. Me gusta escribir, no vender y ellas no venden, ni publicitan.
C. E.: —¿Has participado en algún taller literario?
S.B.: —Sí, siempre estoy en alguno, a veces en paralelo hago sobre un tema específico como infantil, erótico o de criminalística. Son de pocos encuentros, solo para incursionar en otros géneros y ampliar el panorama, por si me pica el bicho del cambio y de paso me pruebo en otras temáticas.
C. E.: —¿Qué opinión te merecen en general?
S.B.: —El primero que hice durante algunos años, me dio el sustento para publicar. Hay que buscar y tener suerte, intenté uno de guion y no la tuve. Estos últimos tres años tengo el invalorable apoyo del escritor Ezequiel Olasagasti que me guía y me corrige.
C. E.: —¿Se puede enseñar a escribir?
S.B.: —Por supuesto, como a los niños de primaria. Lo que aprendes es a usar la palabra y las oraciones correctamente para que la trama camine. Luego…la creatividad es natural en cada uno.
C. E.: —¿Con qué autor de tu región te tomarías unas copas?
S.B.: —¿Sabes? Soy abstemia por elección. Pero un café sí o unos mates con cualquier persona interesante que tenga algo para contar. Disfruto de la buena charla, de esas que aportan experiencias.
C. E.: —¿Cuántas obras tienes publicadas?
S.B.: —Hasta mayo de 2024, cinco en Amazon.es y una con seudónimo en Wappad.
C. E.: —¿Has cambiado algún final después de escribirlo?
S.B.: —No ha sido necesario
C. E.: —¿Qué escondes de ti misma mientras escribes?
S.B.: —Cuando escribo me siento tan libre como un pájaro, suelto, claro. Soy yo misma, de otra forma no podría ser. Me mentiría a mí misma.
C. E.: —Cuéntanos un secreto: ¿Sobre qué no escribirías jamás?
S.B.: —JAMÁS es una palabra muy fuerte. No me impongo ningún límite. Como ya he dicho situó la historia en una época y lugar definido y real, será por eso que aún no incursiono en la ciencia ficción.
C. E.: —¿Nos cuentas otro?
S.B.: —No me gusta escribir ni leer sobre zombis, que están tan de moda entre la gente joven. Soy realista, concreta, aunque «nunca digas jamás»
C. E.: —¿Algunas frases de las que aparecen en tus libros no son tuyas?
S.B.: —No, disfruto escribiendo. Si alguien se copiara alguna mía, estaría encantada, eso sí dándome el crédito.
C. E.: —¿Te has sorprendido a ti mismo/a leyendo cosas del pasado? ¿Te preguntas algunas veces he escrito yo esto?
S.B.: —Sí, alguna vez me ha pasado.
C. E.: —¿La geografía de tu niñez te ha marcado definitivamente?
S.B.: —Me aporta lo que soy, lo que he vivido, lo leído básicamente.
C. E.: —¿Cuál es tu gran punto débil como escritora?
S.B.: —Como estamos desamparados en cuanto a la publicación, sería ese.
Por el momento ninguna de las propuestas editoriales que se me han acercado cumple con lo que necesito. Me gusta escribir, no vender y ellas no venden, ni publicitan.
¿Les cuento lo que pienso? Si imprimiera una X cantidad de libros aquí en Argentina, los tengo que salir a vender yo misma en las ferias o llevarlos en consignación a las librerías que me lo acepten ¿cuán lejos llego? En una plataforma digital tengo reseñas de lectores del sur de EEUU, Costa Rica, México, Brasil, Francia, Italia, Inglaterra, España, Alemania y otros que desconozco su origen.
No soy un ejemplo de nada, solo he buscado otra forma de llegar a más lectores.
C. E.: —¿Tus historias están planificadas desde el principio o te dejas llevar sobre la marcha?
S.B.: —Trazo una idea general sobre el tema, defino a los personajes y lo charlo con mi profesor, ajustamos ideas y me lanzo. En general escribo 2 o 3 capítulos de un tirón. No me impongo reglas, ni me ajusto a un plan. Dejo que camine, me dejo llevar, es parte de la diversión. Soy escritor de brújula total, ¿los mapas? ¡Están el Google!
Las ideas surgen a veces de disparadores que yo misma o el profesor me propone.
C. E.: —¿Haces fichas de personajes?
S.B.: —Algunas veces sí.
C. E.: —¿Cuál es tu género preferido a la hora de leer? ¿Es el mismo a la hora de escribir?
S.B.: —Al escribir no quiero encasillarme en ningún género, escribo ficción y disfruto hacerlo. La historia que invente, me tiene que atrapar a mí, porque si no es así, no lograré tener cautivo al lector, se la tiene que creer.
Primero me lancé con un policial, luego hice una historia familiar en el contexto de la segunda guerra, más tarde incursioné en novela histórica, fines de la guerra.
En otra escribí sobre un crimen real ocurrido en Buenos Aires, donde nunca aparecieron culpables. Después regresé al policial, con dos novelas negras. Próxima publicación, novela histórica siglo XII.
C. E.: —¿A la hora de escribir tienes en cuenta a unos lectores determinados o escribes para todos en general?
S.B.: —Escribo para todos
C. E.: —¿Qué trucos usas para escapar de la hoja en blanco?
S.B.: —No tengo trucos, por ahora y por suerte no los necesito.
C. E.: —¿Cuál consideras que es el mejor consejo que te han dado?
S.B.: —Que no deje de leer y sobre todo de escribir. Lo cumplo al pie de la letra.
C. E.: —¿Has notado un crecimiento como escritora desde tus comienzos hasta el momento actual?
S.B.: —Si no lo hubiera notado, hubiera abandonado. Me esfuerzo cada día en ello.
C. E.: —¿Un consejo para un escritor que empieza?
S.B.: —El que me dieron a mí LEE Y ESCRIBE TODOS LOS DIAS DE TU VIDA.
C. E.: —¿Qué esperas que sienta el lector al leer tu novela?
S.B.: —GANAS DE SEGUIR LEYENDO Que no abandone la lectura, eso es signo de que lo atrapa.
C. E.: —¿De dónde sacas los nombres de los personajes?
S.B.: —Qué divertido es. De cualquier parte. A veces viendo pelis anoto alguno que me gusta. Siempre los ajusto al lugar donde ocurren las secuencias. Si transcurre en Inglaterra busco nombre y apellidos ingleses, por ejemplo.
C. E.: —¿Quién fue tu primer lector? ¿Cuál fue su apreciación?
S.B.: —En la primera novela, como lectora 0 la escritora Laura Duque Jaenes que tiene publicadas una docena de novelas y me dio los primeros consejos y apreciaciones que naturalmente seguí. Un agradecimiento si lee esto. Otro escritor que admiro me corrigió la última, gracias Gonzalo Fernández.
C. E.: —¿Qué es lo que más te ha costado escribir?
S.B.: —Escribo solo lo que me gusta, así que no me cuesta hacerlo.
C. E.: —¿Cómo te sentiste la primera vez que te publicaron algo?
S.B.: —¡Feliz como una perdiz!
C. E.: —¿Cómo surgió el título?
S.B.: —El último título publicado es LO QUE ESCONDE LA MANSIÓN. La casa y las cosas que ocurrieron allí son un misterio
C. E.: —¿Cómo trabajas la psicología de tus personajes?
S.B.: —Defino su comportamiento a través de las acciones. Imagino a cada uno con personalidad propia. El maldito, la mentirosa, la soñadora, el dandi, el ladrón, el nazi… lo más divertido es mostrarlos tal cual son.
C. E.: —¿Algún personaje de tu novela es un doble de alguien conocido?
S.B.: —No, para nada.
C. E.: —¿Has llegado a odiar a algún personaje de tu novela?
S.B.: —En ésta no. Pero en la que estoy terminando ahora cuando lo matan al consejero del rey, me sentí bien.
C. E.: —¿Auto publicación o editorial?
S.B.: —Auto publicación y ya lo expliqué en otra pregunta.
C. E.: —¿Cuál es tu meta como escritora?
S.B.: —A decir verdad, nadie me conoce y si escribo es para que me lean, es muy difícil llegar al lector. Entrar en el Premio Amazon de Literatura nos da algo de visibilidad, nos conecta con escritores y lectores de todo el mundo. Intercambiamos lecturas, opiniones, reseñas, nos ayudamos unos a otros. Esta última novela me la corrigió otro escritor. La web nos da esa posibilidad.
Quiero aclarar que no descarto la publicación en papel, para nada, al contrario. Sería muy feliz si una editorial me propusiera publicar, si se ocuparan de promocionar y vender. Por ahora disfruto mucho escribir y si algún día mi nieta pudiera ver los frutos, estaría más que satisfecha.
C. E.: —¿Cuál es la problemática que tiene con una editorial un escritor que busca publicar por primera vez?
S.B.: —No complementan al escritor. El escritor debe escribir y ellas deben promocionar y vender, sino, mal negocio para nosotros. Solo ganan ellas.
C. E.: —¿Qué es lo que más detestas o te incomoda del proceso de publicar un libro?
S.B.: —Ocuparme de promocionarlo. Lo hago por las redes todo lo que puedo, pero lleva mucho tiempo y esfuerzo, si no te dedicas a eso.
C. E.: —¿Crees que vivir de la literatura es un sueño posible?
S.B.: —Si tus historias son buenas, sí. Espero crecer y que me lean en todo el mundo y que mi nieta disfrute de ello.
C. E.: —¿Qué estás leyendo actualmente?
S.B.: —Ayer leía un libro de cuentos, anoche comencé con La sonrisa de piedra (me atrapó) Del primer ganador del PLAS.
No me impongo reglas, ni me ajusto a un plan. Dejo que camine, me dejo llevar, es parte de la diversión. Soy escritor de brújula total, ¿los mapas? ¡Están el Google!
C. E.: —¿Qué opinas del libro electrónico? ¿Tiene futuro?
S.B.: —Leo digital, soy una fan.
C. E.: —¿Cuál es el libro actual en el que te encuentras trabajando?
S.B.: —Terminando LOS SONIDOS DEL CAMINO, ambientada en la Francia medieval. Trata de las aventuras de un grupo de asaltantes de caminos y su relación con la nobleza.
C. E.: —¿Algún otro proyecto de futuro?
S.B.: —Varios, por suerte anoto bastantes ideas. Iré por otro policial y será sobre un temita muy actual y que enganchará mucho al lector. Ese estará listo para mayo del 2025.
C. E.: —¿Crees que las redes sociales ayudan a difundir tu obra como autor?
S.B.: —Todo funciona a través de las redes
C. E.: —¿Cómo podemos encontrarte en las redes sociales?
S.B.: —Tengo dos:
C. E.: —¿Dónde podemos conseguir tus libros?