Durante años, la agente de la guardia civil, Sofía Bregan, ha ocultado su pasado como cazadora de seres sobrenaturales, intentando llevar una vida normal.  Cuando Leonhard Montaro, el hijo rebelde del exitoso empresario Bartholomeu Montaro, es atacado por una vampiresa, queda claro que no ha sido un ataque casual. De repente, cazadores, hombres perro y un peligroso sicario llamado Christopher Dreviari, harán todo lo que esté en sus manos por hacerse con Leonhard. Serán Sofía, el agente David Adler y el policía forense Sergi Moix, los encargados de investigar por qué tres grupos tan dispares tienen tanto interés en el joven Montaro, y todo esto mientras intentan evitar que los dos mundos; el sobrenatural y el mundo humano, entren en contacto. Sin quererlo, se ven inmersos en una conspiración a gran escala entre organizaciones ocultas, sociedades secretas y una misteriosa orden de caballeros de la que nadie ha oído nunca hablar, y Leonhard parece estar en medio de todo ello sin saber por qué. Lo peor de todo es que, a medida que se van metiendo en la investigación, Sofía empieza a sospechar que el agente Adler está ocultando algo. Puede que al final tenga que elegir a quién le debe lealtad; a la guardia civil o a su mejor amigo.

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Nacida en Madrid, en 1985, desde muy pequeña Marta Márquez Olalla demostró su gusto por la lectura, seguramente gracias a que su madre, Concepción Olalla Medina, también era una ávida lectora de novelas. Los primeros libros que pasaron por sus manos fueron los relatos infantiles de la colección Barco de Vapor, aunque posteriormente se aficionó a los comics de Mortadelo y Filemón del genialísimo Francisco Ibañez, afición que dura hasta hoy. Ya en la adolescencia, a la vez que comenzaba sus primeros pasos en la escritura con relatos cortos de tramas sencillas, Marta conoció la novela del género épico fantástico. No sería hasta la adultez cuando, tras varios intentos infructuosos de escribir fantasía épica, lo intentó con el género de fantasía urbana. Inmediatamente hubo una conexión entre el género y ella, y supo que ese era el que mejor podía representar las historias que ella quería contar.

Actualmente Marta se dedica a la programación informática, trabajo que la apasiona ya que aúna la creatividad con los ordenadores, una afición que viene por parte de su padre. Además también se dedica al mundo de la cinofília y actualmente practica Ring Francés junto a su perro Atlas, un pastor belga malinois. La pasión por los perros y el estrecho vínculo que tiene con ellos es algo que ha influenciado especialmente el desarrollo de su obra literaria, y es uno de los temas centrales de Entre Sombras, donde la protagonista es agente de la unidad cinológica de la Guardia Civil.

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