2039: Mis Sueños Ficción
Cuentos fantásticos
El autor ha querido soñar que llega vivo a sus ochenta años, allá por el 2039. Su impaciencia y ganas por descifrar el futuro le impide esperar a esa fecha para saber cómo serán ciertas facetas de nuestra vida y, amparado en la licencia de un narrador que sueña despierto, se permite proyectar, desde el presente, cómo imagina la futura realidad.
En sus ocho “Sueños Ficción” describe, con cierto detalle tecnológico y algo de atrevimiento, su visión del turismo, el ocio en el cine, el “espectáculo” del fútbol, las relaciones de pareja, el papel de los robots en la sociedad, el modelo educativo, los “Eco-domicilios” y las distintas formas de desplazarse.
El principio básico, que articula los diferentes sueños, es la confianza en el ser humano para usar todas las posibilidades tecnológicas a su alcance, en beneficio propio y no para su autodestrucción.
Como el propio autor confiesa:
“En un sueño todo cabe en términos de realidad, fantasía, ilusión e incluso alucinación pasajera, ante hechos y explicaciones realmente inverosímiles. También me permite esconder mis opiniones o, al contrario, arriesgarme a revelar razonamientos difíciles en un ser que pretende ser etiquetado como serio y sensato.
Espero que disfrutéis y soñéis con la lectura de este libro y que me deis excusas para plantearme una segunda parte del mismo con nuevas ficciones, creíbles o discutibles, para el año 2039”.
Me presento, soy un escritor que empezó a escribir con sesenta años, cuando la vida me dejó el tiempo necesario para dedicarme, con pasión e ilusión, a algo con lo que llevaba soñando desde pequeño. Amo la vida; no la buena, sino la real, la que nos premia o castiga, según las circunstancias, y nos toca vivir a diario. Busco que el amor, la amistad, la intriga, las anécdotas, el suspense y toda una marea de sentimientos y sensaciones fluyan por las páginas de mis libros. Huyo de finales preconcebidos de antemano y me gusta dejar espacio a la imaginación del lector. Anhelo enganchar a quién lea mis obras, desde el primer párrafo hasta el final. Incluso aspiro a que ese efecto pueda perdurar una vez se haya acabado de leer el libro. No me gusta que me encasillen en ningún género; sólo hablo de la vida, de la que conozco y de la que imagino o sueño. Quiero que mis novelas nos dejen siempre un poso positivo y de total confianza en la capacidad del ser humano para plantar cara a las situaciones vitales que se le puedan presentar.