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Entrevista a María del Carmen Hinojal Amores por La corte del crisantemo

Entrevista

Carmen Hinojal Amores, nacida en Ceclavín, Cáceres. Cursó estudios en la UEX, funcionaria de profesión, actualmente jubilada.

Autora multifacética de novela, poesía, cuento. Ha colaborado con la ONG Casa Búho en su libro para niños “El canto del búho”. Acostumbra a participar en antologías literarias digitales de relatos, como El Callejón de las Once EsquinasEl NarratorioLenguas de FuegoAntología Internacional de poetas, Que mala suerte tengo con los hombres (Antología de cuentos conjunta) También ha participado con autores de microcuentos, de los cuales se han editado varios libros: Cincuenta PalabrasCincuenta Palabras y más…

Publicadas como autora independiente las novelas: Zoé en el laberinto del Minotauro, una nueva versión del mito cretense y el famoso laberinto en Cnosos, construido por Dédalo. Un libro de cuentos, cuya temática principal es el mundo de la mujer, Mujeres en tránsito; la novela de aventura y misterio, Chandra, entre la luz y las sombras. El libro Cuando imaginé a Misnú, una preciosa novela infantil, con ilustraciones originales de Ana Clara González. Y en preparación una novela de aventuras ambientada en París y una antología de cuentos.

Comunidad de Escritores: —¿Recuerdas cuándo tomaste la pluma por primera vez?
Carmen Hinojal: —Desde que tenía siete años, gustaba de escribir historias y cuentos para animar a la chiquillería a leer. Hacíamos una obra de teatro todos juntos y representábamos historias de princesas y dragones. Era un espectáculo muy bonito, con público y todo, y con lo que ganábamos nos hacíamos un rico chocolate con bizcochos.

N. P.: —¿Tienes algún momento del día especial para escribir?
C. H.: —Me gusta escribir muy temprano, y otro rato por la tarde. Por la noche no suelo escribir, lo aprovecho para leer las historias de otros escritores.

N. P.: —¿Cómo te definirías a ti misma como autora?
C. H.: —Supongo que soy una escritora muy empática con el público, pues me gusta estar muy cerca del lector. Soy de trato agradable y procuro reflejarlo en todas mis historias.

N. P.: —¿Qué supone para ti la escritura? ¿Qué te aporta?
C. H.: —Supone salir del mundo que me ha tocado vivir, pues, desde muy pequeña, lidio con una enfermedad tan grave como la poliomielitis, y he pasado por muchas penalidades. La escritura me aporta sentirme necesaria, solidaria y querida.

N. P.: —¿Cuántas obras tienes publicadas?
C. H.: —Hasta el momento he publicado 10 libros. Siete novelas y tres antologías de cuentos, que podéis encontrar en Amazon.

N. P.: —¿Has cambiado algún final después de escribirlo?
C. H.: —Sí, porque a veces la historia había tomado otro rumbo del que yo había planeado.

N. P.: —¿Cuáles han sido tus lecturas decisivas en tu formación como escritora?
C. H.: —Leer he leído mucho, y lo sigo y seguiré haciendo. Los clásicos de la ciencia ficción y terror, escritores reconocidos, como José Saramago, y, en poesía, Mario Benedetti y los autores españoles de la poesía moderna y actual. Leo mucho a compañeros de literatura independiente, pues hay verdaderas joyas entre sus libros, que recomiendo leer.

Si hay alguna cita, siempre pongo de qué autor es. Me indigna el plagio, lo considero una desvergüenza y una falta de consideración hacia el trabajo de un compañero de letras.

N. P.: —¿Qué escondes de ti misma mientras escribes?
C. H.: —El sufrimiento. La soledad, la tristeza.

N. P.: —Cuéntanos un secreto: ¿Sobre qué no escribirías jamás?
C. H.: —¿Sobre qué no escribiría? Pues no me lo he planteado, pero imagino que erótica, o algo que sea demasiado cruel.

N. P.: —¿Nos cuentas otro? ¿Algunas frases de las que aparecen en tus libros no son tuyas?
C. H.: —Si hay alguna cita, siempre pongo de qué autor es. Me indigna el plagio, lo considero una desvergüenza y una falta de consideración hacia el trabajo de un compañero de letras.

N. P.: —¿Tus historias están planificadas desde el principio o te dejas llevar sobre la marcha?
C. H.: —Hay una planificación en cómo va a ser la novela, el tipo de personajes y el lugar donde va a suceder la historia, pero me dejo llevar a medida que voy escribiendo y dando cuerpo a la trama.

N. P.: —¿Cómo es el trabajo de construcción de tus historias? ¿Cómo es el proceso de escritura?
C. H.: —Hay una escaleta para el inicio, imagino que muchos autores lo hacen así. El proceso de escritura es: primero, buscar la documentación adecuada; segundo, hacer una ficha de personajes; tercero, escribir un breve resumen de lo que va a ser la historia; cuarto, escribir con todas las ganas del mundo; y, por último, corregir, corregir y corregir, hasta que todo quede como a mí me gusta.

N. P.: —¿Qué esperas que sienta el lector al leer tu novela?
C. H.: —Empatía y emoción con la historia que va a descubrir. Que al final se sienta contento de haber formado parte de esa novela. Y desee leer otros de mis libros.

Hiroshi Tanaka representa todo lo bueno que busco encontrar en una persona. Es generoso, es empático y fiel. Un amigo que me hubiera gustado conocer.

N. P.: —¿Cómo te documentaste para escribir esta novela?
C. H.: —Hay mucha documentación en las bibliotecas y también en Internet. Busqué todo lo concerniente a la época feudal en Japón, sobre el mundo de los emperadores y su corte. También necesitaba conocer el entorno físico, los lugares y las leyendas locales. Todo lo demás nació de la imaginación.

N. P.: —¿De dónde sacas los nombres de los personajes?
C. H.: —De leyendas japonesas. De películas.

N. P.: —¿Te has enamorado de alguno de tus personajes?
C. H.: —Sí. Hiroshi Tanaka representa todo lo bueno que busco encontrar en una persona. Es generoso, es empático y fiel. Un amigo que me hubiera gustado conocer. Akane, su enamorada, representa el ideal de mujer, es valiente y tiene una personalidad especial para vivir en una época tan difícil para la mujer, como la que se cuenta en el relato de la Corte del Crisantemo.

Akane es una joven especial. Nadie sabe de dónde ha llegado. De recién nacida, apareció un día abandonada en la puerta de una modista de la corte. Ella será la Princesa de Seda, la concubina más hermosa de la Corte del Crisantemo.

N. P.: —¿Hay peces especiales en el universo o solo en tu novela?
C. H.: —Supongo que los habrá ocultos en los abismos de los lagos, o en la profundidad del mar, seres mitológicos que la imaginación humana no puede concebir.

N. P.: —¿Quién es Hiroshi?
C. H.: —Hiroshi es el protagonista de la novela La Corte del Crisantemo. Un hombre de probada valía y con el corazón generoso del héroe milenario.

N. P.: —¿Es importante la soledad para encontrarse uno mismo y crecer?
C. H.: —A veces sí que lo es. Pero no una soledad impuesta, sino aquella que te eleve sobre tus propios miedos y te haga llegar a ser aquello que deseas, siempre acorde con un sentimiento positivo.

N. P.: —Háblanos un poco de Akane.
C. H.: —Akane es una joven especial. Nadie sabe de dónde ha llegado. De recién nacida, apareció un día abandonada en la puerta de una modista de la corte. Ella será la Princesa de Seda, la concubina más hermosa de la Corte del Crisantemo. Una mujer valiente y soñadora que dará sentido a la vida de Hiroshi y de Itoku.

N. P.: —¿Qué papel representa la gema de la luna en la novela?
C. H.: —Es el elemento mágico que dará inicio a la aventura del niño Hiroshi.

N. P.: —¿Hay zorras con nueve colas?
C. H.: —En la mitología japonesa sí que las hay, una criatura especial que tiene el poder del cambio y puede convertirse en una mujer.

N. P.: —¿Crees que el mundo está lleno de Fujiwaras?
C. H.: —El personaje antagonista de esta novela es fuerte y cruel. Un ser malicioso y engañoso, que no duda en actuar bajo sus peores instintos. Por desgracia, su existencia está presente en la vida real: siempre habrá un Fujiwara contra el que tengamos que luchar. Hasta podemos serlo nosotros mismos, alejados de la empatía hacia nuestros semejantes.

N. P.: —En la novela varios son los maestros de Hiroshi. ¿Según tú, qué tiene que tener un buen maestro para hacer madurar a su discípulo?
C. H.: —Paciencia y cariño hacia el alumno. Saber entender que nadie es perfecto y que la misma perfección no existe.

N. P.: —¿Quién es Itoku? Desde mi punto de vista es uno de los personajes que más evoluciona en la novela. ¿Está de acuerdo?
C. H.: —Itoku es el príncipe heredero de la Corte del Crisantemo. Un joven aquejado de males imaginarios, caprichoso y prepotente. Un Peter Pan que no quiere crecer ni apartarse de las faldas de su madre. A medida que transcurre la trama de la novela, se observa la evolución del príncipe, hasta llegar a ser alguien merecedor de la amistad de Hiroshi y de sus compañeros.

N. P.: —¿Crees que el libro podría llegar al cine?
C. H.: —No lo creo. Para ello, la novela tendría que tener mucho tirón. Estoy contenta con cómo están yendo las ventas, pero son cifras más modestas.

Todo es difícil para un escritor independiente en estos tiempos. Si no eres conocido, no se te presta atención alguna.

N. P.: —¿Qué te parece el panorama editorial en este momento en que tantos autores quieren publicar?
C. H.: —Todo es difícil para un escritor independiente en estos tiempos. Si no eres conocido, no se te presta atención alguna. Pienso que se debería dar una oportunidad a los nuevos autores, y que los concursos, que se supone que son para descubrir nuevos valores, no se otorgaran a los mismos de siempre.

N. P.: —¿Quién es tu escritor favorito? Puedes escoger más de uno y de todas las épocas.
C. H.: —Uff… tengo muchos escritores favoritos actuales, compañeros independientes, pero no voy a nombrar a ninguno por no dejar atrás a los otros. Ellas y ellos saben que los apoyo con mis reseñas y lecturas. De los más reconocidos, yo diría que José Saramago. Y de los clásicos, sin duda alguna, Julio Verne y los autores de terror, como Poe y Bécquer. También los autores de ciencia ficción forman parte de mis lecturas.

N. P.: —¿Crees que vivir de la literatura es un sueño posible?
C. H.: —No para mí. Algunos privilegiados tal vez lo consigan.

N. P.: —¿Algún género literario que no hayas experimentado y te gustaría?
C. H.: —El ensayo.

N. P.: —¿Qué estás leyendo actualmente?
C. H.: —Poemas de Mario Benedetti.

N. P.: —¿Cómo es tu relación con los lectores? ¿Qué lugar ocupan las redes sociales en relación con ello?
C. H.: —Creo que mi relación es muy cercana con mis lectores. Con algunos de ellos ha surgido una amistad especial, que sobrepasa el mundo de mis novelas. Gracias a las redes sociales, he conocido a gente buena y desinteresada, que me apoya y me da las fuerzas para seguir adelante. Sin mis lectores, yo no sería esa escritora que tanto desea aprender.

N. P.: —¿Crees que las redes sociales ayudan a difundir tu obra como autor?
C. H.: —Sí. Son la plataforma desde la que muevo todas mis novedades.

El personaje antagonista de esta novela es fuerte y cruel. Un ser malicioso y engañoso, que no duda en actuar bajo sus peores instintos. Por desgracia, su existencia está presente en la vida real: siempre habrá un Fujiwara contra el que tengamos que luchar.

N. P.: —¿Dónde podemos conseguir tus libros?
C. H.: —Mis libros no se encuentran en librerías físicas, ni tengo una editorial que aporte su sello a mis novelas. Me autopublico, y todos mis libros se distribuyen desde Amazon. Allí podéis encontrarme y llevarlos a vuestra casa para disfrutar con su lectura.

N. P.: —¿Cómo podemos encontrarte en las redes sociales?
C. H.: —Os dejo los enlaces para poder contactar conmigo y buscar mis libros. Si os interesa conocerme mejor, tengo un blog, donde podéis encontrar todos mis libros y reseñas, además de algún relato para leer en un ratito de disfrute. Os doy las gracias por haberme seguido en esta entrevista, y agradezco mucho la oportunidad que con tanta generosidad me ha ofrecido Nicolás Puente para darme a conocer.
Os mando un abrazo muy grande.

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