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Entrevista a Soledad Vela Ortega

Entrevista

Nacida en Mairena del Aljarafe, un pueblo sevillano, hace ya algunos años.
Aunque siempre le apasionó la lectura y la historia, encaminó sus estudios hacia la ciencia, en concreto a la química.
Posteriormente la vida laboral la devolvió al mundo de los libros ya que en la actualidad trabaja en una biblioteca.
Esto, unido a su maternidad y a la necesidad de leer, que nunca le abandonó, ayudó a que se atreviera a dar rienda suelta a su imaginación y acabara publicando su primera novela.

Comunidad de Escritores: —¿Recuerdas cuándo tomaste la pluma por primera vez?
Soledad Vela Ortega: —Siempre he tenido mucha imaginación. Creaba historias dentro de mi cabeza, pero no empecé a intentar escribir hasta que estuve en 2º de BUP. Por aquel entonces escribí varios relatos, que ya ni recuerdo, e intenté escribir una novela.Cuando empecé en la facultad, esta afición quedó en el olvido, hasta que nació mi hija. Entonces lo retomé, con cuentos, cartas y finalmente nació mi novela Bajo la línea del paraíso.  

La escritura me aporta relajación, aunque lo que esté escribiendo no lo sea. Y me da energía. Cuanto más escribo más fuerte y activa me encuentro.

C. E.: —¿Tienes algún momento del día especial para escribir?
S. V. O.; —Con el trabajo, la familia, la casa, el estrés continuo que nos acompaña, no hay momentos especiales, hay huecos que aprovecho.
Me encantaría llevar una vida que me permitiera ese momento especial.

C. E.: —¿Qué supone para ti la escritura? ¿Qué te aporta?
S. V. O.; —La escritura me aporta relajación, aunque lo que esté escribiendo no lo sea. Y me da energía. Cuanto más escribo más fuerte y activa me encuentro.
Háblame del proceso creativo, ¿dónde, cuándo, cómo, si corriges mucho...?
Dónde y cuándo, como he dicho antes, en el momento en que tengo un hueco y donde pille. Sí es verdad que voy apuntando las ideas que se me van ocurriendo, también donde pille. Normalmente en el móvil, o en un cuaderno que tengo para ello pero no siempre está a mano. O en un papel que después no encuentro.

C. E.: —¿Con qué autor de tu región te tomarías unas copas?
S. V. O.: —De mi región o no, hay muchos autores autopublicados con los que tengo contacto a través de redes, que me gustaría desvirtualizar.

C. E.: —¿Tus historias están planificadas desde el principio o te dejas llevar sobre la marcha?
S. V. O.: —La novela que tengo publicada no tiene planificación de ningún tipo. He ido escribiendo sobre la marcha, releyendo y borrando, buscando otro camino.
La que ahora tengo en mente estoy intentando planificarla un poco antes de empezar.

C. E.: —¿Haces fichas de personajes?
S. V. O.: —No las he hecho en esta novela, y debería haberlas hecho. Me hubiera evitado errores que después tuve que rectificar, y menos mal que me di cuenta a tiempo. Es una de las cosas que quiero hacer con la próxima, tener los personajes más o menos definidos antes de ponerlos a trabajar. Digo más o menos porque después la historia puede obligarme a cambiarlos.

C. E.: —¿A la hora de escribir tienes en cuenta a unos lectores determinados o escribes para todos en general?
S. V. O.: —A la hora de escribir no he tenido en cuenta a los lectores, puesto que no los tenía, ni siquiera escribía pensando que alguien iba a leerlo. Iba escribiendo sin cortapisas. Espero en el siguiente seguir igual, de otro modo empezaría la autocensura, y creo que eso es nefasto para el escritor y para la obra.

 C. E.: —¿Quién fue tu primer lector? ¿Cuál fue su apreciación?
S. V. O.: —Mi primer lector fue mi marido. Me sacó muchos fallos, lo cual agradezco. Sobre todo me hizo ver que algunos capítulos eran excesivamente largos y no aportaban.

La primera y única vez que he publicado sentí que lo había conseguido, la satisfacción fue inmensa.

C. E.: —¿Qué cita de la novela te gustaría que permaneciese en la cabeza del lector?
S. V. O.: —La felicidad no existe. Sólo existen momentos felices. Con el paso del tiempo puedes hacer un recuento de cuántos de esos momentos has tenido. Y quizá por cantidad o intensidad, o por ambas, el saldo de tu vida salga positivo y puedas decir que has sido feliz.

C. E.: —¿Cómo te sentiste la primera vez que te publicaron algo?
S. V. O.: —La primera y única vez que he publicado sentí que lo había conseguido, la satisfacción fue inmensa.

C. E.: —¿Cómo surgió el título?
S. V. O.: —El título surgió casi al principio, cuando la novela comenzó a tomar forma, ya que es el hilo conductor de toda ella.

C. E.: —¿Qué muestras de ti en tu obra?
S. V. O.: —Poco, apenas presto algún gesto o alguna anécdota. Los sentimientos es que son universales, así que son una muestra de cualquiera que escriba.

Las redes sociales ayudan, el alcance depende de los seguidores que tengas y estos de los que te muevas en ellas.

C. E.: —¿A tu protagonista le pones muchos obstáculos hasta llegar a conseguir lo que desea?
S. V. O.: —La vida son obstáculos, ¿no? Y si no hay obstáculos y todo se consigue rápido nos quedamos sin novela. Y no siempre se consigue lo que se desea, ni en la vida ni en las novelas.

C. E.: —¿Algún personaje de tu novela es un doble de alguien conocido?
S. V. O.: —Doble no, pero inspiración en conocidos sí hay.

C. E.: —¿Autopublicación o editorial? ¿Cuál es tu meta como escritor/a?
S. V. O.: —Autopublicación. Me está gustando la experiencia, no puedo comparar desde luego, pero controlarlo todo tiene su parte buena. Es mío y yo decido.

C. E.: —¿Qué es lo que más detestas o te incomoda del proceso de publicar un libro?
S. V. O.: —La parte que no llevo bien es la de la promoción, me genera mucha ansiedad. Tener que estar continuamente pendiente de las redes, por las cuales no me muevo mucho no lo llevo demasiado bien.  En cambio las presentaciones y el contacto directo sí me gustan.

C. E.: —¿Crees que vivir de la literatura es un sueño posible?
S. V. O.: —En un sueño maravilloso, pero la realista que hay en mí me dice que voy a tener que seguir trabajando y esto como afición.

C. E.: —¿Puedes decirnos dos o tres autores a los que realmente admiras?
S. V. O.: —Isabel Allende, Arturo Pérez Reverte y le tengo un cariño especial a Enid Blyton, me acompañó mucho de pequeña.

C. E.: —¿Algún otro proyecto de futuro?
S. V. O.: —Sí, tengo un proyecto, pero todavía es una vaga idea en la que aún no he trabajado.

C. E.: —¿Crees que las redes sociales ayudan a difundir tu obra como autor?
S. V. O.: —Las redes sociales ayudan, el alcance depende de los seguidores que tengas y estos de los que te muevas en ellas. Yo soy poco de redes sociales, aunque las tengo todas, así que tengo pocos seguidores, y por ende pocas posibilidades de difundir.

C. E.: —¿Cómo podemos encontrarte en las redes sociales?
C. E.:
—Estas son ms redes:

C. E.: —¿Dónde podemos conseguir tus libros?
S. V. O.:En Amazon

C. E.: —Muchas gracias. Te deseamos mucha suerte en todos tus proyectos literarios.